Rock sin concesiones en la presentación de “Oblivio”, de Curro García

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Equipo RW

Una buena banda con una gran complicidad, un público con ganas de exprimir la experiencia y un rock que no pide disculpas por serlo hasta la raíz, confluyeron en el concierto de Curro García para presentar su último trabajo, Oblivio. La Sala Vesta de Madrid estaba llena a rebosar el pasado 5 de abril para disfrutar con la propuesta musical de este cantante que controla todos los aspectos de su proyecto, pero que cuando se sube encima del escenario tiene claro que quiere dejarse llevar y disfrutar con sus compañeros de escenario y con su audiencia, en la que confluían distintas generaciones. Desde familias con sus hijos, hasta adolescentes, pasando por los viejos e incombustibles fans del rock’n’roll, que además podían llevarse una púa personalizada con el merch.

Era la primera vez que los seguidores de Curro García podían disfrutar en directo de Oblivio y de Viajero, sus dos últimos singles, adelanto de su disco que sale este 2025, y el artista, como él mismo comentó en una entrevista para Revibe Waves, se dejó llevar por su lado más “animal” dándolo todo en la tarima, en sintonía con sus compañeros de banda y demostrando que los riffs de guitarra y una percusión potente envueltos en mucho humo siempre serán la base para construir un buen directo, aunque la música esté en constante evolución y se decante por otros derroteros en la escena mainstream.

En un concierto en el que García exploró su repertorio, empezando con Nadie quiere hacerlo y terminando con Invierno, tampoco faltaron las covers, como Like a Rolling Stone, que por supuesto todo el mundo se animó a corear. Seguramente los Rolling o incluso Bob Dylan son algunas de las grandes influencias para el madrileño, que desde pequeño lleva bebiendo de artistas que van desde Status Quo hasta Tequila -entre otros muchos-, algo que se nota tanto en sus temas como en su manera de estar en el escenario.

El directo de García se convirtió en una hora vertiginosa de sudor, un proyecto muy definido que en ningún momento renuncia a ser lo que es en estos tiempos de reguetón y perreo y que encantará tanto a quienes estén empezando a descubrir el rock, como a los más curtidos que han estado en conciertos de las bandas clásicas de toda la vida. Pero sobre todo, gustará a quién quiera pasar un ratito de buena música.