
MAYO, la autenticidad de un sonido propio

© Blulens Photography
Redacción: Esther Aristarain
Hace poco más de un año MAYO realizó su primera actuación en directo después de su paso por el conocido talent show Operación Triunfo, y lo hizo en los premios Ídolo, en un auditorio lleno de influencers y apoyado por varios de sus compañeros de concurso en el patio de butacas. En aquel entonces comenzaba su carrera con un espectáculo ambicioso, acompañado por cuatro bailarines y demostrando que quería hacer algo diferente encima de los escenarios, desmarcándose de lo que ofrecen la gran mayoría de las voces masculinas de este país, tanto en la forma como en el fondo.
Un año después, no hay ninguna duda de que lo ha conseguido. Lo que en aquel entonces fue un prometedor inicio en el que predominaron los nervios, se ha convertido en tiempo récord en un proyecto musical sólido, con una presencia escénica que tiene valor por sí misma, pero que con el cuerpo de baile logra brillar más todavía y en el que la voz impecable de MAYO, su emoción y su honestidad construyen una atmósfera adictiva.
En el concierto del pasado 14 de marzo en la Sala Camelot de Salamanca, entre el público estaban muchos de los fans que lo siguen a todas partes, pero lo cierto es que la audiencia se caracterizaba por su heterogeneidad, con un rango de edad que podía ir desde los 18 a los 50 años. Con abrumadora presencia femenina, pero también con chavales con sus camisetas de tiras, sus tatuajes y su pelo teñido buscando un referente para su estética y sus gustos musicales. Y, por supuesto, con mucha gente movida por la curiosidad. Podríamos apostar a que nadie se marchó decepcionado.
Una cuenta atrás en rojo va caldeando el ambiente antes de que MAYO entre pisando fuerte con sus cuatro bailarines, Nico Pebi, Yeriel Ávila, Alberto Parra y Pepe Homdedeu. Y a partir de ahí el espectáculo no para ni un segundo. Hay momentos para bailar, para gritar, para cantar tanto covers muy conocidas (de artistas como Sam Smith, Rihanna, Jessi J, Double you o Anastacia) como los temas más populares del artista (Mis Nenas, Lejos, Ya no estás, Club Lights…). Encontramos también espacio para el lucimiento del cuerpo de baile, en un interludio a modo de ring de boxeo que siempre impacta. Y la marca MAYO no huye tampoco de la introspección. En sus baladas (Volveré a ti, Se irán…) el artista se abre en canal sin dejarse nada dentro, hasta el punto de conseguir hacer llorar de la emoción cuando se pone delante del piano. La congoja de las primeras filas daba fe de ello.
Pero, por encima de todo, el directo está pensado para dejarse envolver por el sonido MAYO que ha presentado en su primer EP. SEASON I está empapado de un pop electronico que comparan a menudo con Troye Sivan porque España carece de espejos en los que mirarse, pero que tiene su propia identidad más allá de cualquier inspiración o referencia, tanto respecto a Sivan como respecto a las divas del pop que el artista sevillano tanto admira. MAYO, por encima de todo, es MAYO.
El directo también escondía algunas sorpresas para el público salmantino. El de Sevilla cantó a capella un pequeño avance de una canción inédita que previsiblemente estará en el nuevo EP que está preparando, SEASON II: “Yo siempre te pienso aunque no lo quiera / ya nadie comprende como un día era / cada vez que vuelvo me acuerdo de ti / aunque no lo quiera”. Y también desveló el título de otra de las canciones que aún no está disponible en plataformas, pero que ha presentado en su directo este 2025: Nada baby. Cuando se aproxima el final del concierto, en el que se enlazan los temas más populares del artista –No siento nada y So cute– el público ya está entregado y lo da absolutamente todo. El bis, introducido con una nueva cuenta atrás, llega con otro tema inédito en el que el delirio pop, los movimientos coreográficos imposibles, los portés que elevan a MAYO por los aires y los gritos de la audiencia son un signo de rendición.
Quién se acerque a conocer a MAYO descubrirá giros vocales increíbles, pasos de baile sorprendentes, carisma, buen rollo o un nicho nuevo en el panorama musical en España. Pero, por encima de todo, se llevará un poco de autenticidad en una industria en la que la verdad a veces brilla por su ausencia. Una chica muy joven que no conocía al artista, exclamó con la boca abierta en medio de una de las performances: “¿Pero qué cojones es esto?”. “Esto” es MAYO.




















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