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Vozarrón, complicidad y arte: así comenzó la gira de Bea Fernández

Bea Fernández - Concierto Madrid

© Lilith Visuals

Equipo RW

Que Bea Fernández tiene un vozarrón es algo indiscutible para cualquiera que la haya escuchado cantar alguna vez. Pero en el comienzo de su gira Mil formas de volver a mí en la Sala Sol de Madrid, nos ha enseñado también que los escenarios se crearon para hacerla feliz. En una noche en la que la artista no pudo ocultar su emoción por haber levantado un tour de conciertos a base de mucho esfuerzo, no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Quiso dejar claro que su banda, su familia, sus amigos de siempre, sus compañeros de piso e incluso sus compañeros de Operación Triunfo -programa en el que participó en 2023- estaban allí, a su lado, para ayudarla a cumplir su sueño y para sostener el micro con su apoyo. Pero también demostró con su arte que en realidad no los necesita, porque se basta y se sobra para comerse las tablas con la ayuda de tan solo una guitarra, un teclado y su presencia.

La artista controló su voz desde los registros más suaves y dulces hasta la potencia que deslumbra, llegando al corazón de un público que no dejó de animarla y de corear las canciones de su EP, Mil formas de volver a mí. Uno de los momentos más especiales vino precisamente con el tema homónimo que titula tanto el disco como la gira -el preferido de su padre, aclaró- y que por momentos no pudo cantar a causa de la congoja. Y es que en Madrid, su casa, los sentimientos sobrevolaron el concierto a cada paso.

Temas inéditos

Las sorpresas también asomaron durante la noche, ya que Bea ofreció varios temas inéditos en los que trascendió su piano y las baladas, que han sido su carta de presentación, para acercarse a un estilo más funky y “dosmilero”. En No me duele, por ejemplo, aprovechó todo el potencial de su voz y en Feeling ok buscó la colaboración del público para después unirla con Feeling good de Michael Bublé en un medley lleno de fuerza. De hecho, hubo alguna cover más, con River deep, mountain high o con Peces de ciudad al piano, canciones que ya había cantado en Operación Triunfo y que el público siempre disfruta. O incluyendo en el repertorio a Amaral o Anastacia.

Ya en la recta final del espectáculo, en el que Bea no dejó de interaccionar con los asistentes, creando un ambiente íntimo y especial, llegaron Se acabó, un derroche vocal espectacular; su primer single publicado nada más salir de su paso por el talent donde se dio a conocer, Sigo aquí; o La vida cambia, un ejercicio de carácter encima del escenario. El resultado fue un concierto intenso, lleno de complicidad y en el que el placer de escuchar una voz que puede ponerte la piel de gallina, unido a la oportunidad de disfrutar de una persona que se entrega al desnudo, hacen que la experiencia merezca la pena. En un momento determinado de la velada, Bea se preguntaba: “¿Será suficiente lo que yo estoy haciendo por conseguir mi meta?”. Si su meta es seguir viviendo de su música y estar encima de los escenarios durante muchos años, estamos seguras de que sí.

Salma en Barcelona
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid
Bea Fernández - Concierto Madrid

© Lilith Visuals

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