
Jordana B: bienvenidos al buen rollo

Redacción: Kira Th
Con muchas ganas y con un disco recién estrenado (“Otra vez el mismo drama”, Subterfuge Records), Jordana B llegó el pasado 7 de marzo a la sala Changó de Madrid con intención de dejar claro que el escenario es su fiesta particular.
Si actuaciones como la del Orgullo 2024 dejaron patente la garra en directo de este grupo, lo vivido en la capital constata que la banda se niega a ser un ‘one hit wonder’ y que está dispuesta a darlo todo para hacer disfrutar.
El público estaba predispuesto. Las chicas de Candance supieron aprovechar su papel como teloneras caldeando el ambiente y llevándolo a su punto justo. Pero cuando apareció Jordana B, la fiesta comenzó.
Con un pop luminoso y divertido, pero también irónico y a ratos teñido de crítica social, María Solá y su banda llenaron el escenario con sonidos que parecen beber de fuentes tan distintas como Pulp, Los fresones rebeldes o Sufjan Stevens, pero que siempre te hacen saltar.
Así, temas divertidísimos como “Paris Hilton” o “Mar Menor” hicieron vibrar a un público que disfrutó a lo grande de otros más consolidados, como “Clase Media” o “Mi querido amado odio”, convertido ya en un himno de los corazones rotos.
Tampoco faltaron colaboraciones como las de Sienna (‘No he dormido nada’) o la de Venga, Bea (‘Leandro Tudela’) que contribuyeron a la fresca puesta en escena de este grupo madrileño, que parece dotado del poder del buen rollo.
Y es que cuando uno se lo pasa bien en el escenario se nota, y Jordana B disfrutó tanto que llegó a subir a su manager a las tablas para cantar con ellos su famoso “Cumbia B”, un tema que acumula más de millón y medio de reproducciones en Spotify y que se consagra sin duda como el más famoso de la banda.
El concierto de Jordana B es, en definitiva, como subirte al coche con tus amigas dirección a la playa: un derroche de buen rollo, crítica y desahogo que siempre termina bien.













Fotografía: Lidia Durán Santiago